Últimos pasos por la Isla Norte…

… Y sola! A partir de ahora no había excusas, iniciaba un viaje totalmente distinto, viajar sola es toda una experiencia que llevaba tiempo deseando experimentar y al fin lo iba a poder hacer! No me mal interpretéis, es genial viajar con gente, es divertido pero también puede ser algo mas complicado, al ser mas personas hay mas opiniones… jijijijiji

En fin, la verdad es que el inicio de mi viaje sola no fue perfecto… ya, ya sé que la perfección no existe, pero yo nunca había cometido errores de “guiri” antes y la verdad es que me sorprendí a mi misma! Viaje de Paihia (Bay of Islands) vía Auckland a Cambridge donde, por suerte para mi, llegue antes de las 1730, hora a la que cierra el i-Site, oficinas de información turística, que cualquier pueblo/ciudad que se precie como tal en este país, tiene una. Me dirigí a la señora que se encontraba tras el mostrador la cual me saludo con una gran sonrisa y un “muy buenas tardes como puedo ayudarle?" (la amabilidad en este país, no brilla por su ausencia!) y le pedí si podía indicarme el camino hacia mi hotel, el Cambridge Hotel. Me miro fijamente, me sonrió y me dijo: “te refieres al de Wellington, verdad?!” Como?! Nooooo, me refiero al de Cambridge!!!! En ese momento su sonrisa disminuyo y me dijo: “tienes un panfleto?!”, claro que si mire aquí lo tengo y una vez mas con esa gran sonrisa me dijo: “querida, aquí dice bienvenida a Wellington! Tranquila, no es la primera vez que pasa, al menos no te has reservado en Cambridge UK!!!” No, menos mal que hasta ahí llego!!!

Lo se, lo se… podéis reír todo lo que queráis!!! Igualito que todas esas personas que en los últimos 3 años hemos tenido noche tras noche llegando al aeropuerto el día después para su vuelo a Madrid, me sentí tan estúpida como ellos y lo que es peor, lo había leído, pero me limite a pensar que una explicación razonable podía ser que Cambridge pertenecía a la comunidad de Wellington!!! Aaaaaaaggggghhhhhhhhhrrrrrrrrrr

En fin, que podía hacer?! No me había equivocado de pueblo, yo quería estar ahí, pero ahora no tenia alojamiento y acababa de bajarme de un autobús, que por cierto casi pierdo gracias al “surfero/recepcionista” de mi hotel en Paihia después de 6 horas de viaje, lo ultimo que me apetecía era subirme a otro autobús. Así que le pedí que me buscara alojamiento para una noche y lo más barato y cercano para mi poder ir andando me costaba más del doble de lo que había pagado para el hotel al que ya no iría. La verdad que a partir de ahí pude comprobar la amabilidad de los kiwis, gente totalmente desinteresada que te ayudar en todo lo que puedan. La señora de la gran sonrisa, llamo a un hotel, le explico mi situación y accedieron a darme una habitación twin para mi sola por solo 40 dólares!

La caminata al hotel mereció la pena, era una casa victoriana, la cual sus nuevos propietarios estaban remodelando y habían convertido en motel después de haber sido una residencia de ancianos durante unos cuantos años. Una pareja muy agradable, pude disfrutar de una muy buena conversación con ella y el me acompaño hasta la parada de bus al día siguiente, menos mal porque con todo el “tangai” que llevo a cuestas…

En fin, siguiente parada New Pleymouth. Esta vez todo iba a salir bien, o no… bueno, no del todo! Había reservado mi backpackers la noche antes, me asegure que era en la ciudad de destino, la fecha correcta, etc… Me mire tan bien la información del hostel que vi que ofrecían recogidas gratis desde la parada de bus hasta el albergue, así que les mande un mensaje solicitando que me recogieran a la hora de mi llegada con el bus, pero nunca me respondieron y por supuesto no estaban allí cuando llegue, pero no le di mayor importancia, ya que lo había pedido con poca antelación. Así que una vez mas me dirigí al i-Site y de nuevo pedí la ayuda de la señorita tras el mostrador la cual muy amablemente llamo al hostal… pero le salto un contestador que le daba otro numero de teléfono al cual también llamo… esta vez se puso el “manager” el cual estaba en Queenstown (al sur de la isla sur, algo lejos!!) le dio otro numero de teléfono y ahí empezaron de nuevo mis temores. Ella no parecía muy satisfecha con la situación así que le pregunto a su jefa si sabia quien estaba el cargo del hostal ya que nadie cogía el teléfono y el tipo que se suponía estaba al frente se encontraba de viaje. Después de unos minutos de cuchicheos y de decirme que el albergue estaba a unos 20 minutos andando, una señora se ofreció a llevarme. Aquello era surrealista, esta vez yo no me había equivocado, lo juro, pero parecía que la suerte había decidido jugar en contra mía… Mary, quien tan amablemente se ofreció a llevarme, mujer de unos 65 años no iba sola, estaba con 2 amigas de la misma edad, una de ellas australiana y la otra que no paraba de preguntarle donde íbamos y por qué?! A lo que Mary le contesto que no iba a dejarme ir sola con todo el equipaje cuando ellas iban de paso. Acercándonos al hostal pudimos ver un cartel que decía que estaba en venta algo que, por supuesto, no nos agradó a ninguna. Pero era evidente que a Mary menos aun ya que no había terminado de aparcar el coche, se bajaba de él y se dirigía a la recepción donde no había nadie! El edificio era moderno, pero estaba bastante descuidado, en la cocina había un señor algo mayor y desorientado, en el piso superior había cuatro tíos bebiendo cerveza y por lo demás parecía que no había nadie. De pronto nos topamos con el jardinero y Mary, que tomo las riendas de la conversación, le increpo que nadie había ido a buscarme y que yo tenia reserva allí! El pobre hombre no tuvo otra que disculparse, aunque era evidente que no sabía nada al respecto. Si tenía mi reserva, menos mal pero no sabia nada de la recogida. Cuando me dirigí al coche con Mary a recoger mis cosas, me dijo que no estaba nada conforme con dejarme allí, que por favor me fuera a otro que había en el centro del pueblo, pero yo ya tenia reservado aquel aunque si he de ser sincera no me sentía nada a gusto quedándome allí. Así que me insistió en que la llamara si cambiaba de opinión ya que podía pasar a recogerme puesto que estaría por la zona, me dio su tarjeta de visita y me, casi, exigió que le escribiera un mensaje manteniéndola informada.

Al poco llego el “housekeeper” y le pedí que me enseñara la habitación, le pedí información del lugar y con lo poco que me dijo y como me lo dijo decidí ser sincera y decirles que no quería quedarme allí, que prefería un sitio en el centro y que ya había tenido mala suerte en el lugar anterior y que aquello no era de mi agrado. La verdad que se portaron de lujo, entendieron totalmente situación e incluso me ayudaron a buscar otro alojamiento al cual me llevó después en coche! Por supuesto le mande el mensaje a Mary, la cual me contesto que estaba mas tranquila sabiendo que no me quedaba allí… buf, que experiencia! Una vez en mi nuevo albergue, me dirigí de nuevo al i-Site para ver cuales eran las actividades que podía realizar en New Pleymouth y, en esta ocasión, la supervisora me pregunto como había acabado la cosa ya que Mary le había llamado diciéndole que no estaba nada conforme dejándome allí!!! Os lo podéis imaginar?! Igualito que en Europa, eh!!!???

Taranaki

En fin, después de tanta “desventura” llego la hora de la aventura. Escalar el Taranaki!! No, tranquil@s, no me había vuelto alpinista de repente ni nada de eso, o al menos no era esa mi intención!

A la mañana siguiente decidí que subiría a una de las montañas más altas del país y la más alta de la Isla Norte (2850 metros), pero en bus, jejejeje! Reserve plaza en el bus que te acerca al centro de información de la montaña, a 960 metros de altura. De ahí podía hacer varios tracks de una hora, 3 horas, 30 minutos y por supuesto la gran escalada de unas 8 horas (todas estas horas son ida y vuelta, eh!) Mi intención era hacer los trackings más cortos ya que de la mayoría podría disfrutar de las vistas del monte. Compartí mi viaje en bus con una Austriaca (Julia) y 2 chicos más, un Checo y un Esloveno, todos de mi mismo albergue, los cuales se disponían a subir a la cima del Taranaki. El bus volvería a las 1700 a recogernos y debíamos hacer la caminata en 8 horas porque si no nos dejaba allí tirados… Ya durante el camino empecé a sentirme tentada por la idea de intentar subir a la cima y el guía me dijo que lo intentara y que si para la una no había alcanzado la cima que empezara el descenso para poder llegar en tiempo a la recogida. Eran las 0815 de la mañana y tenía todo el día para hacer 3 o 4 caminatas y aun así me sobraría mucho tiempo, menos mal que me había llevado un libro! Una vez en el centro de información y viendo como todo el mundo se disponía a subir la montaña, decidí que lo iba a intentar y que llegara donde llegara seria mas de lo que había planeado en un principio. Así que a las 0830 Julia y yo emprendimos el ascenso tras el Esloveno, el cual iba muy bien equipado, con sus sticks y todo. Atrás dejábamos al extraño checo. A los 10 minutos de iniciar la subida, tuvimos que para porque yo sacaba los higadillos por la boca! Solo llevábamos 10 minutos y ya no podía ni con la botas… La verdad que cometí el terrible error de intentar seguir el ritmo de Julia, además íbamos hablando así que eso tampoco me ayudo mucho, ya me conocéis! Julia insistía en que no tiene una condición física buena, pero desde luego mejor que la mía si que era. Le dije que continuara a su ritmo y que dudaba que yo pudiera hacerlo, así que me quede sola y me senté en un banco mirando atrás, el camino andado y mirando hacia arriba lo que me quedaba. Estuve a punto de tirar la toalla, pero no podía parar de pensar en lo tonta que había sido al intentar seguir el ritmo de Julia y tampoco me podía creer que estuviera muriéndome después de 10 minutos de subida. Así que pensé que si lo volvía a intentar pero esta vez a mi ritmo tal vez conseguiría llegar mas lejos, no a la cima, por supuesto, pero si algo mas arriba… Pero al cabo de un rato andando, siempre cuesta arriba claro, conseguí estabilizar mi ritmo respiratorio y por lo tanto mi ritmo cardiaco. Me puse metas como, si llego a esa curva o si llego a ese punto a lo lejos me doy por satisfecha. Sabia que a cierta altura había una torre de telecomunicaciones y un refugio, ya que puedes hacer la caminata en 3 días pasando la noche en ellos, pero en ningún momento pensé que llegaría a verlo así que ni me acordaba de ellos cuando de pronto desde la distancia los divise! Decidí que era una meta demasiado alejada pero cuando poco a poco se iba acercando a mí empecé a considerarla mi siguiente meta. Recordé que la supervisora del i-Site me había comentado que justo antes del inicio a la cima de la montaña había una parte cuya pendiente era muy elevada, así que cuando de pronto me tope con ella a media hora de la torre de telecomunicaciones y vi su inclinación, pensé que mi camino había tocado a su fin… Una vez mas, me senté y mire atrás lo andado y mire arriba y aunque sé que dicen que es mejor no mirar atrás, esta vez me vino bien, por que me dije a mi misma, mira lo que has conseguido a lo tonto a lo tonto y mira lo poco que te queda para tu ultima meta, así que una vez mas decidí seguir adelante. Cuando al fin llegue a “mi cima” la torre, no me lo podía creer, había conseguido llegar y las vistas eran inmejorables. Me senté a comer mi sándwich y disfrutar de ellas al mismo tiempo que permitía a mis rodillas que se recuperaran de tal esfuerzo, la verdad que estaban a tope, machacadas y dolían. Fue por ellas que no continúe subiendo, puesto que físicamente me veía capacitada para seguir y tenía tiempo suficiente, pero mis rodillas me pedían a gritos que parara. La verdad que pensé en la bajada y lo que eso supondría para ellas, así que decidí emprender el regreso y fue lo mas inteligente ya que de eso hace un mes y aun hoy mis rodillas se resienten incluso cuando subo una pequeña colina. El descenso fue duro, pero estaba tan orgullosa de mi misma y de lo que había conseguido que casi ni las sentía. Aun así cuando llegue abajo me quedaban muchas horas, pero pude disfrutar de un bien merecido trozo de brownie y un café, el resto del tiempo lo disfrute al sol y leyendo mi libro. A las 1630, poco antes de la hora de recogida, ninguno de mis compañeros de bus había aparecido. El extraño checo me había adelantado en el camino a 40 minutos de la torre, yo pensaba que al final había decidido no subir y me dijo que había estado a punto de no hacerlo, por lo que estaba claro que seria de los últimos en bajar. Pensé que el primero que vería seria el esloveno, al fin y al cabo iba muy preparado, salió el primero y se le veía muy seguro de si mismo. Pero para mi sorpresa la primera en aparecer fue Julia! Me conto que había sido muy duro, mas de lo que esperaba, que yo había conseguido llegar muy lejos considerando mi problema y que había hecho bien en no seguir puesto que a partir de la torre el camino se complicaba de tal manera que no lo hubiese podido hacer. Ella, prácticamente, había tenido que escalar a cuatro patas parte del primer tramo, luego seguía un tramo de interminable escaleras y otro tramo de “escalada”. Julia había llegado a la cima antes de la una y se quedo allí durante una hora y media disfrutando de las vistas. La cima es un cráter y estaba nevado, allí pudo conocer a un kiwi que sube cada día si puede y si el tiempo se lo permite, había subido ya 400 veces, el record esta en 1000! Supongo que hay gente que no tiene nada mejor que hacer. Más de media hora después llegaba el esloveno y cuando estábamos a punto de irnos tras esperar al checo durante casi una hora, apareció de la nada… hora de la aventura. Escalar el Taranaki!! No, tranquil@s, no me había vuelto alpinista de repente ni nada de eso, o al menos no era esa mi intención!

En fin, durante los días siguientes Julia y yo no podíamos casi ni andar, la verdad que nos vinieron bien el par de días que pasamos juntas en Wellington.

Wellington, ciudad del viento!

Al lado del mar, algo más pequeña que Auckland, sopla el viento con insistencia. Fue mi último destino en la Isla Norte, ciudad en la que puedes disfrutar de su gran museo, recorrer su jardín botánico, pasear por el puerto o subir las montañas a espaldas de la ciudad en el coche cable como si estuvieras en San Francisco! Pasé las últimas noches en un hostal de la cadena Nomads, mi primera y ultima vez. No por falta de comodidad, teníamos la cena incluida, lo cual se agradece, pero el ruido que salía del pub cada noche hizo insoportable la estancia!!! Era como estar en San Antonio… En Wellington me encontré con Fiona y su amiga Fabienne que había venido a verla y visitar un poco el país.

La Isla Sur era mi próximo destino!!!

Bay of Island & Cape Rienga

De vuelta a la carretera, pero esta vez en bus, después de una semana extra en Auckland arreglando los papeles para poder cobrar la indemnización por mi despido, todo salió a pedir de boca y el día 13 de Enero Cris y yo nos fuimos a pasar el finde en Bay of Islands. Seria nuestro ultimo viaje juntas y la verdad que tuvimos muy buen tiempo y pudimos disfrutar el finde a tope!

Salimos el viernes al medio día con el nakedbus, una de las formas mas baratas de viajar en NZ y no, no tienes que estar desnudo para poder viajar!!! El backpackers que reservamos estaba cerca del mar y del centro, la verdad que la calle entera estaba llena de albergues. Tuvimos un dorm de 4 camas y la primera noche la compartimos con un alemán (como no, esto esta lleno) y con un Canadiense. La verdad que el albergue estaba genial, una buena cocina, un gran salón con TV y pelis varias y muy buen servicio de información turística y reservas. Al día siguiente de llegar hicimos una excursión a Cape Rienga, el extremo mas al Norte del país, donde hay un faro y donde puedes ver como el Mar de Tasmania se encuentra con el Pacifico, un encuentro bastante movido! La verdad que pasamos un gran día, largo pero muy divertido e interesante, en el que además pudimos disfrutar de unas vistas impresionantes de playas, acantilados, dunas y los locos comentarios de nuestro guía.

Después de recogernos en nuestro albergue y pasar las siguientes 2 horas en el bus tuvimos nuestra primera parada, en una panadería donde pudimos comprar el agua y la comida que necesitaríamos para todo el día. De ahí fuimos al 90 Mile Beach, una playa considerada carretera pero por la que solo se puede transitar cuando el tiempo lo permite y durante la mañana cuando la marea esta baja. La playa se llama así porque pensaron que eso era lo que media, en realidad mide 68 millas, pero para que cambiar el nombre si de esta forma pueden disputar con los australianos por la playa/carretera mas larga del hemisferio sur. Aquí todo funciona así, la playa mas larga, la única torre de, el único sitio que… y un largo etc… eso si, siempre del hemisferio sur!!

Después de conducir un rato por la playa llegamos a unas dunas donde podíamos hacer sandboarding, la verdad que tuve la tentación de hacerlo, pero la montaña de arena era muy alta, la velocidad muy elevada y la ostia monumental!! Así que mejor dejarlo para mas adelante que el viaje justo acababa de re-empezar.

Poder disfrutar de uno de los fenómenos de la naturaleza como es ver dos mares encontrándose y batallando el uno contra el otro es uno de esos pequeños lujos o placeres del viajero y en esta ocasión puedo asegurar que fue todo un placer.

Al día siguiente hicimos un tour de medio día al Hole on the Rock, básicamente es eso, un agujero en la roca! Una roca que dobla en su tamaño a Es Vedra y con un agujero por el cual, si lo permite el tiempo, pasan los barcos para que puedas experimentar lo que supone atravesar semejante gigante!

Poco después Cris se iba, nuestros caminos se separaban y vete a saber cuando volverán a encontrarse, pero lo que esta claro es que fue todo un placer conocerla y recorrer parte de la Isla Norte con ella!!!

Road trip Isla Norte!

Después de pasar las Navidades en Auckland una Brasileña, una Rusa y una servidora emprendimos viaje alrededor de la Isla Norte y la primera parada iba a ser en la península de Coromandel y de ahí pasaríamos a Gisborne para celebrar el Año Nuevo donde nos juntaríamos con mas amigos míos para seguir camino hacia Wellington! Esos eran los planes, pero como muchos sabemos, existe una persona llamada Murphy cuyas leyes siempre interfieren en “tus planes”!!! En esta ocasión la ley se proclamo 2 días después de haber empezado el viaje, la Rusa nos abandonaba por considerarse incapaz de continuar con el viaje ( que si hacia frio, pero si es de Siberia! Que si no quepo en la cama de la caravana… pero si mides medio metro!!!) En fin, sinceramente, era algo que yo imaginaba que ocurriría tarde o temprano, pero aun así no pude evitar la sorpresa y el consecuente enfado! El viaje entero se había programado contando con 3 personas y no con 2, bien es cierto que esto nos favorecía a Cris y a mí, al fin y al cabo tendríamos mas espacio para dormir, pero eso no impidió que nos molestara y pillara por sorpresa!

En fin, después de unos minutos de discusión y acaloramiento ella decidió que la dejáramos en el pueblo mas cercano, en un McDonald’s, lloviendo a mares y sin el menor avistamiento de parada de bus, tren o alojamiento… En fin, sabemos que llego a Auckland sana y salva. Al final fue lo mejor que nos pudo haber pasado! Cris y yo trabajamos bien en equipo y para una chica de ciudad como es ella, sin experiencia en estas situaciones, creo que lo ha hecho genial… Además, el mismo día de su marcha nos juntamos en Gisborne con Eloïse (Bélgica) y Marco (Suiza Alemana)a los cuales yo conocía de Auckland. En el camino a Gisborne recogimos a una pareja alemana que hacían autoestop para llegar a Gisborne donde había empezado un festival de música. Nunca he recogido a nadie haciendo autostop, pero eran una pareja y estaba lloviendo a mares!

El motivo para ir a Gisborne era porque es el punto más al Este del Mundo y se suponía que veríamos la primera salida del Sol del Nuevo Año! Una gran idea si hubiese dejado de llover en algún momento!! De todas formas, la ciudad estaba a reventar, todo el mundo había ido por el festival y la verdad que agradecimos salir de ahí, como mini ciudad esta bastante bien, pero en esas fechas creo que hubiese sido demasiado. Pasamos la noche del 30 y 31 de diciembre a orillas de un maravilloso lago llamado Waikaemoana en uno de los mejores campings donde podíamos pasar esas fechas, aunque no paro de llover pudimos hacer una buena cena y celebrar la entrada del 2012 como Dios manda, con mis uvas!!!!

El día de nuestra llegada al lago fue el mismo día que la Rusa se fue, conduje por 7 horas para pinchar a tan solo 10km del camping! Por suerte pararon a ayudarnos y pudimos llegar antes del anochecer, fue un día completito! Pero no todo fue negativo, la verdad es que ahí acabaron nuestros “problemas” y pudimos pasar un buen fin de año! El día de Noche Vieja nos encontramos con otros amigos míos aunque solo fue por un rato y después fuimos a preparar la cena. De menú tuvimos berenjenas rellenas con arroz y tarta de manzana con natillas de postre, todo eso acompañado de un buen vino blanco neozelandés y después tomamos el cava con las uvas!!! En la cocina del camping solo quedábamos nosotros junto con una pareja de ingleses que lleva viviendo en Auckland casi 2 años y un grupito de abuelos, la verdad que fue divertido, nos felicitamos el año entre nosotros, con los demás allí presentes, besos y abrazos como si nos conociéramos de toda la vida!!! La verdad que los kiwis son muy amables y cercanos, siempre te saludan o sonríen, más aun si paseas por las calles de alguno de sus pequeños pueblos. Por fin, el día de Año Nuevo veríamos algo de Sol, no por mucho tiempo, pero todo el mundo en el camping se alegró y al menos pudimos apreciar las vistas del lago sin lluvia!

El día 1 de Enero emprendimos camino a Napier, una ciudad totalmente Art Deco! El ayuntamiento de la ciudad determino hace ya unos años que cualquier edificio o negocio nuevo en el casco urbano debía ser de no mas de 3 pisos y con total aspecto de la época, algo que personalmente considero una idea genial, si la ciudad ya contaba con varios edificios en esa línea, nada mejor que mantener la tónica! La verdad que pasamos un par de días muy buenos y el tiempo nos acompañaba. Hicimos un tour que nos llevo por toda Napier, Hastings, Cape Kidnappers and Te Mata Peak. Hastings esta muy cerca de Napier, pero no es una ciudad Art Deco, es mas solía ser una zona muy pobre y de mala reputación, pero lo cierto es que toda la zona de Napier y Hastings es muy rica en viñedos y granjas así como sus propietarios. Hastings se ha convertido en un pueblo de calidad, las casas y sus precios están por los cielos, menos aquellas que están frente al mar. En 1931, Napier y sus alrededores sufrieron un terremoto de 7.9 en la escala de Richter, solo quedaron intactos un par de edificios y aquellos que el jefe de bomberos estimo importantes. Lo “bueno” de dicho terremoto fue la tierra que emergió, ampliando la zona y alejando el núcleo urbano del mar. Pero en una zona intermedia entre Napier y Hastings, ese mar reclama ahora lo que es suyo. Ya hay 2 casas que han desaparecido por el mar y otras muchas que están en gran peligro de desaparecer devoradas por las aguas de Cape Kidnapper!

Cape Kidnapper es el nombre que recibe la playa donde Cook y los maorís pelearon por la vida de un “esclavo” de la polinesia. La historia cuenta que iba a bordo del barco de Cook y cuando avistaron a los maorís se emocionó tanto de ver a gente como el que cayó al mar. Los maorís lo rescataron pero eso hizo que Cook emprendiera una batalla porque pensó que lo habían secuestrado consiguiendo al fin que lo soltaran. La otra versión, claro esta difiere, es que el esclavo intentaba escapar de Cook!

De ahí fuimos a Te Mata Peak, que también tiene una historia. Dicen que la cordillera de montañas son Te Mata y su amada. Te Mata era un gigante que pretendía casarse con la hija del rey de la zona, pero ella no quería casarse con quien su padre le dictaminara, si no con alguien a quien amara, pero tampoco quería ofender a su padre, el cual ya había llegado a un acuerdo con Te Mata. Así que ideo una serie de pruebas para su pretendiente, las cuales eran complicadas y le daban la esperanza de que su pretendiente desistiera y así no tener que rechazarle ella. Te Mata tenia que pasar 3 pruebas, si lo conseguía se casaba con su amada… Te Mata consiguió superar las 2 primeras, las cuales tardo mucho tiempo en concluir y par cuando llego el momento de la tercera la princesa se había enamorado del gigante, así que decidió que la tercera y ultima prueba tenia que ser mas fácil ,para así poder casarse. Te Mata tenia que ayudar a la princesa a cruzar un rio, el gigante se envalentono pensando que era muy fácil, pero al final su energía se agotó y pudo con el ahogándole en el rio, la princesa se sintió tan sola, triste y culpable que decidió quitarse la vida para así poder pasar la eternidad con su gigante, ahora la princesa descansa por siempre al lado de su amado!

También tuvimos la oportunidad de hacer una cata de vinos en uno de los viñedos mas conocidos de la zona y por supuesto compramos una botella de vino blanco! Después tuvimos la oportunidad de disfrutar de una actuación con canciones de los años 20, más Art Deco imposible!!!

Nuestro siguiente destino fue el lago Taupo, Marco y Eloïse no había estado aun y aunque Cris y yo si, solo pasamos allí 2 horas que no pudimos disfrutar porque no paro de llover y 2 horas no es que den para mucho. Pasamos la primera noche en un free camping, son campings públicos, supervisados por el gobierno y donde no pagas nada o pagas muy poco dinero, el cual va para su mantenimiento. Pasamos casi 2 horas intentando hacer fuego, hicimos una buena cena china y justo a la hora de ir a dormir empezó a llover de nuevo!!! La verdad es que no paro de llover ni un momento en prácticamente todo el road trip!

Al día siguiente al fin la lluvia nos daba una tregua y pudimos disfrutar de un sol radiante, ideal para poder hacer un tour en barco por el lago, donde pudimos ver las figuras maorís gravadas en la roca, las llaman el regalo de Matahi, es el maorí que las hizo. Decidimos buscar otro camping para las 2 siguientes noches y la verdad que encontramos uno genial, muy cerca del lago y con todo tipo de comodidades. El viaje tocaba a su fin, habían pasado muchas cosas en 10 días, la rusa nos “abandonaba” al tercer día de viaje, recogíamos a mis primeros autostopistas, nos encontrábamos con Marco y Eloïse y después con el resto de amigos, me despedían de mi empresa 2 días antes de acabar el año haciéndome el mejor regalo de mi vida, la posibilidad de cambiarla y vivirla de otra forma, la lluvia nos dio una tregua al menos un día en total!!

Volvimos a Auckalnd todos juntos, Marco se iba al día siguiente a Wellington, después Eloïse a Australia, yo (en teoría) me quedaba noches pero al final me tuve que quedar una semana entera arreglando papeles, pero bueno, pude ver lo poco que me había quedado por visitar.

Y llegaron las Navidades!!!!

No son las primeras que paso fuera de casa y aunque esperaba calor y muchas decoraciones no hubo nada de eso, la verdad que el tópico de que en Inglaterra siempre llueve es más aplicable a Nueva Zelanda que al Reino Unido! Madre mía, creo que solo he visto el Sol 5 veces desde que llegué a las antípodas! Pero bueno, aun así sigue siendo un país increíble.

El día de Noche Buena nos juntamos un grupo muy internacional para hacer una barbacoa (deporte nacional) en la playa… Un alemán, una suiza alemana, una brasileña de origen japonés, un checo, una rusa y una servidora! La verdad que lo pasamos muy bien, ese día hizo Sol y calor la mayor parte del día, pero a la hora de la BBQ la cosa se estropeo un poco con el viento pero aguantamos como campeones. Hicimos un amigo invisible y la verdad que fue muy divertido! Después los europeos nos fuimos al pub, pude comprobar que en Alemania, Suiza y Checoslovaquia también se estila eso de ir de copas después de la cena con la familia, pero en Nueva Zelanda no es así, a parte de un par de pubs todo lo demás estaba cerrado y por lo visto es un día que se celebra poco pero que la gente se retira pronto porque el día de Navidad lo pasan en familia. En fin, cuando llegamos al pub nos dijeron que solo teníamos 20 minutos, así que nos dio tiempo a una pinta y un par de bailoteos… Luego llegaron las despedidas, todos emprendíamos viajes pero nuestros caminos se volverían a encontrar mas adelante!!!

El 25 lo pasamos en casa de Cris, la Brasileña, en esta ocasión solo éramos las 3. No es su casa, solo esta aquí estudiando, pero es donde vive (su homestay, típico alojamiento para estudiantes). La verdad que tiene mucha suerte, Marilyn, su “homestay mother” es muy maja, nos dejo su casa para poder celebrar el día de Navidad, pudimos disfrutar de otro día soleado. Para comer, tuvimos una muy buena ensaladilla Rusa y la versión en pollo del Pavo de Navidad que hacemos en casa! Todo un lujo de día! El 26 fuimos de excursión a One Tree Hill, un barrio de Auckland, pero no hay un solo árbol en la cima, solo un obelisco el cual no pudimos ver porque había una cola de coches para llegar hasta el, así que tuvimos que desistir… Después fuimos a la playa, nada que envidiar a las de Ibiza, pero bueno, no se puede esperar mucho ya que hacia viento y había fuerte oleaje, aunque eso no evito que la gente se bañara…

El 27 y 28 los pasamos en Waiheke, una isla a 40 minutos en ferry de Auckland. Es una maravilla de isla, cuenta con un montón de viñedos y tanto su costa como la vegetación son impresionantes! Vale la pena quedarse ahí un par de días. Nosotras pasamos solo una noche y tuvimos suerte con el tiempo, así que pudimos recorrerla bien, aunque si poder disfrutarla en profundidad. Es fácil moverse por la isla, tienes el “Hop on and Off Bus” así que te subes y bajas cuando y donde quieras, pero también es una buena forma de ver sus playas, pueblecitos, las miles de casas a cual mas bonita en sus colinas… Pasamos la noche en el Bioshelter, un backpacker que cuida del medio ambiente, WC orgánicos, energía solar, agua de lluvia… Con un diseño muy interesante, integra la vegetación y la tierra en su estructura externa… Pasamos una gran velada con el resto de los chic@s, uno de ellos, alemán, toca la guitarra y canta muy bien, así que pasamos la noche escuchándole, todo un lujo!